La forma en que se construye un mueble es un indicador de calidad. Los acabados deben ser uniformes sin imperfecciones. Un buen diseño no sólo es atractivo, sino que también tiene en cuenta la funcionalidad y durabilidad del mueble.

Tipo de madera

El tipo de madera utilizada para la fabricación del mueble es un factor importante en la calidad. Las maderas duras como el roble y el nogal son más duraderas y resistentes que las maderas blandas como el pino y el abeto.

Acabados interiores 

Sus interiores deben estar bien trabajados como el exterior. Las piezas de madera deben estar acopladas de forma segura y las uniones deben estar bien sujetas. Los herrajes y las bisagras deben ser de calidad y estar bien sujetos.

Acabados exteriores

La parte exterior debe estar perfectamente terminada con un acabado suave y agradable al tacto, independientemente de si el mueble es lacado o de madera. Es muy importante también observar que las juntas casan a la perfección unas con otras y que las esquinas, lados y molduras den la sensación de estar plenamente integradas con el mueble. Como si fueran un todo.

Herrajes

Los herrajes tienen que ser de calidad para garantizar una larga durabilidad al mueble y una comodidad en el uso diario que haga el cliente. Aunque parece una obviedad, no lo es y, hay que comprobar que la apertura de puertas y cajones funcione correctamente, que las puertas no se descuelguen y que los cajones cierren bien.